Muchas personas todavía no entienden el concepto de dieta sana y equilibrada. Todo el mundo piensa que comer bien significa privarse de muchos alimentos que se consideran comida basura como el aceite, la mantequilla, el azúcar, la mayonesa, el tomate, la sal, las especias, la pizza, las hamburguesas, etc., y consumir más alimentos insípidos. Sin embargo, una buena nutrición no es en absoluto sinónimo de restricción. En contra de esta idea errónea, es posible comer comidas deliciosas y seguir estando sano.
Consulte a los nutricionistas para que le orienten
Para saber qué disciplinas adoptar para una buena alimentación, es imprescindible consultar a especialistas en el campo de la nutrición humana. Sólo los profesionales pueden darle amplios detalles sobre todo lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer, la ingesta de alimentos, la distribución correcta de la cantidad de comida que hay que ingerir, etc. Sobre todo, si lo busca, puede encontrarlo fácilmente. Gracias a Internet, ya no es necesario acudir a las consultas de los nutricionistas, ya que puede disfrutar de los consejos en línea utilizando su teléfono. Equipos de expertos comparten en sus blogs diversas recomendaciones que pueden ayudarle en su vida diaria. Sin embargo, hay que tener cuidado con la información que se comparte, especialmente con las reclamaciones gratuitas. Puede caer en trampas y recibir falsos consejos si no tienes cuidado. Lo mejor es acudir siempre a los expertos en asesoramiento nutricional.
Comer bien y lo suficiente
La calidad no depende de la cantidad. Se recomienda comer bien sin excederse. Es importante tener en cuenta que debe comer de acuerdo con sus necesidades energéticas. Según los especialistas en asesoramiento dietético, cada persona tiene una ración que difiere según su categoría: hombre, mujer, niño, adulto, deportista, embarazada, enfermo, etc.
Si es un gran deportista, necesitará más calorías que alguien que se queda en casa sin moverse todo el día. Cuanto más intensa sea su actividad física, más tendrá que aumentar su consumo de alimentos. Por otro lado, si apenas se mueve durante el día, reduzca la cantidad de comida que ingiere para que se corresponda con su gasto energético. Lo mismo ocurre con una mujer embarazada y una madre lactante, siempre piensan que tienen que comer por dos. Sin embargo, no es necesario duplicar la comida. Sólo hay que poner la cantidad extra recomendada. Por ejemplo, en el primer trimestre del embarazo, añadir un 6% a la comida diaria es adecuado y en el segundo y último trimestre, un 12% es más que suficiente.
Centrarse en los alimentos ricos en micronutrientes
Aumentar la ingesta de micronutrientes es un consejo nutricional que no debe pasarse por alto. Si quiere tener un sistema inmunitario más eficaz, no basta con las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, porque para aumentar su inmunidad necesita más vitaminas, más minerales y más oligoelementos. Además de comer 10 frutas y verduras al día, lo ideal es utilizar alicamentos, complementos alimenticios, fortificantes diversos, etc. Uno de los alimentos más ricos es la moringa. Apreciado por su alto contenido en vitamina A y C, hierro, calcio, puede añadir un poco en su sopa o en su yogur para aprovechar sus virtudes. También están la espirulina, los insectos comestibles, la miel, el polvo de baobab, etc., que se consumen menos, pero están llenos de beneficios excepcionales. Sin embargo, es necesario respetar la cantidad a ingerir prescrita por los fabricantes para evitar los efectos de una sobredosis.
Conocer mejor lo que se pone debajo de los dientes
Para tener una dieta equilibrada, también es esencial prohibir ciertos productos que pueden afectar a la salud. Si le gustan muchos alimentos industriales, limite el número que consume al día. Además, no se fíe sólo de las modas "cero trans", "sin azúcar", "rico en vitaminas", etc., sino que haga los deberes antes de llenar su cesta. Leer atentamente las etiquetas e investigar un poco sobre los ingredientes inusuales forma parte de un buen consejo nutricional. Pregúntese por qué es necesario este elemento en este alimento y cuál es su función. Es un buen reflejo que hay que adoptar y que permite comer con conciencia. De este modo, dejará de tomar, por ejemplo, una bebida que contenga silicona o una patata frita con potenciadores del sabor cancerígenos sin ni siquiera saberlo.
Los productos frescos no son una excepción. Cuidado con los productos con residuos de plaguicidas, como la fruta y la verdura. Sus verduras crudas pueden convertirse en un cóctel de productos cancerígenos si no selecciona bien las materias primas. Para evitar este problema, opte siempre por productos etiquetados y certificados como ecológicos, aunque puedan ser un poco caros.